jueves, 19 de noviembre de 2015


NUEVE

LAS POESIAS DE ESTA VISITA SON:
EL SEMBRADOR (MARCOS RAFAEL BLANCO BELMONTE).
9. SOY MUJER DE CAMPO Y CAMINO PARA SEMBRAR.  (VLdAH y Lezama).

Un viaje con las Palabras: Poesía, Literatura, Arte, Oficio y más.

Si alguna de mis poesías le llegara a interesar para leerla en su grupo o para presentarla en algún otro espacio; por favor hágalo, es un honor para mí, saber que alguien más la escucha, lee o le gusta.

 “CON PROPÓSITOS  EDUCATIVOS, SIN FINES DE LUCRO Y NOMBRANDO MIS DERECHOS DE AUTORÍA”, POR LO CUAL AGRADEZCO SU APOYO, COMPRENSIÓN  Y ÉTICA PROFESIONAL.

Para poder identificarlas de manera más rápida estas  tienen:
EL TITULO CON LETRA ROJA, MAYUSCULA Y CENTRADO EN LA HOJA.

Bienvenid@s a esta página de expresión, firmo como VLdAH y Lezama es decir: Mtra. Virginia Luz del Alba Hernández y Lezama.



NOVENA PAGINA DE EXPRESION

LAS POESIAS DE ESTA VISITA SON:
EL SEMBRADOR (MARCOS RAFAEL BLANCO BELMONTE).
9. SOY MUJER DE CAMPO Y CAMINO PARA SEMBRAR.  (VLdAH y Lezama).

Un viaje con las Palabras: Poesía, Literatura, Arte, Oficio y más.

Si alguna de mis poesías le llegara a interesar para leerla en su grupo o para presentarla en algún otro espacio; por favor hágalo, es un honor para mí, saber que alguien más la escucha, lee o le gusta.

 “CON PROPÓSITOS  EDUCATIVOS, SIN FINES DE LUCRO Y NOMBRANDO MIS DERECHOS DE AUTORÍA”, POR LO CUAL AGRADEZCO SU APOYO, COMPRENSIÓN  Y ÉTICA PROFESIONAL.

Para poder identificarlas de manera más rápida estas  tienen:
EL TITULO CON LETRA ROJA, MAYUSCULA Y CENTRADO EN LA HOJA.

Bienvenid@s a esta página de expresión, firmo como VLdAH y Lezama es decir: Mtra. Virginia Luz del Alba Hernández y Lezama. 




MARCOS RAFAEL BLANCO BELMONTE

Escritor y periodista español nacido en Córdoba y fallecido a mediados de noviembre de 1936. Reconocido como uno de los mejores cuentistas españoles, fue redactor de la Revista Meridional y redactor-jefe y director literario del diario La Unión, dándose a conocer desde muy joven como notable poeta y alcanzando como tal varios premios de honor y primeros premios en los Juegos Florales y certámenes literarios celebrados en Sevilla, Cádiz, Málaga, Córdoba, Valladolid, Almería y otras capitales. Al trasladarse a Madrid ingresó en la redacción de La Ilustración Española y Americana. Desde 1906 dirigió La vida en el hogar, que semanalmente publicaba El Imparcial; siendo colaborador asiduo de los principales periódicos de España y América y redactor-corresponsal de El Tiempo de la Habana. Es uno de los mejores cuentistas españoles, como se puede ver en sus volúmenes en versos llenos de ternura a favor de los niños abandonados titulados Negros y Azules, Almas de niño y De la tierra española. Sus poemas fueron recogidos en el libro Aves sin nido, prologado por Manuel Reina. En prosa escribió Los adelantados de Ideal, Jornadas novelescas, El capitán de las esmeraldas y Al sembrar los trigos.




EL SEMBRADOR
MARCOS RAFAEL BLANCO BELMONTE
ESPAÑOL  

De aquel rincón bañado por los fulgores
del sol que nuestro cielo triunfante llena;
de la florida tierra donde entre flores
se deslizó mi infancia dulce y serena;
envuelto en los recuerdos de mi pasado,
borroso cual lo lejos del horizonte,
guardo el extraño ejemplo, nunca olvidado,
del sembrador más raro que hubo en el monte.

Aún no se si era sabio, loco o prudente
aquel hombre que humilde traje vestía;
sólo sé que al mirarle toda la gente
con profundo respeto se descubría.

Y es que acaso su gesto severo y noble
a todos asombraba por lo arrogante:
¡hasta los leñadores mirando al roble
sienten las majestades de lo gigante!

Una tarde de otoño subí a la sierra
y al sembrador, sembrando, miré risueño;
¡desde que existen hombres sobre la tierra
nunca se ha trabajado con tanto empeño!

Quise saber, curioso, lo que el demente
sembraba en la montaña sola y bravía;
el infeliz oyóme benignamente
y me dijo con honda melancolía:
—Siembro robles y pinos y sicomoros;
quiero llenar de frondas esta ladera,
quiero que otros disfruten de los tesoros
que darán estas plantas cuando yo muera.

—¿Por qué tantos afanes en la jornada
sin buscar recompensa?— dije. Y el loco
murmuró, con las manos sobre la azada:
—«Acaso tú imagines que me equivoco;
acaso, por ser niño, te asombre mucho
el soberano impulso que mi alma enciende;
por los que no trabajan, trabajo y lucho;
si el mundo no lo sabe, ¡Dios me comprende!

»Hoy es el egoísmo torpe maestro
a quien rendimos culto de varios modos:
si rezamos, pedimos sólo el pan nuestro,
¡Nunca al cielo pedimos pan para todos! 

En la propia miseria los ojos fijos,
buscamos las riquezas que nos convienen
y todo lo arrostramos por nuestros hijos,
¿Es que los demás padres hijos no tienen?... 

Vivimos siendo hermanos sólo en el nombre
y, en las guerras brutales con sed de robo,
hay siempre un fratricida dentro del hombre,
y el hombre para el hombre siempre es un lobo.

»Por eso cuando al mundo, triste, contemplo,
yo me afano y me impongo ruda tarea
y sé que vale mucho mi pobre ejemplo
aunque pobre y humilde parezca y sea.

¡Hay que luchar por todos los que no luchan!
¡Hay que pedir por todos los que no imploran!
¡Hay que hacer que nos oigan los que no escuchan!
¡Hay que llorar por todos los que no lloran!

Hay que ser cual abejas que en la colmena
fabrican para todos dulces panales.
Hay que ser como el agua que va serena 
brindando al mundo entero frescos raudales.

Hay que imitar al viento, que siembra flores
lo mismo en la montaña que en la llanura,
y hay que vivir la vida sembrando amores,
con la vista y el alma siempre en la altura».

Dijo el loco, y con noble melancolía
por las breñas del monte siguió trepando,
y al perderse en las sombras, aún repetía:
—«¡Hay que vivir sembrando! ¡Siempre sembrando. 



EL AGUA QUE EMANA DEL CENOTE ES COMO SIGUE:

9
SOY MUJER DE CAMPO Y CAMINO PARA SEMBRAR.
03/MAR/03/15/SEP/08/11/OCT/15
AUTORA:VLDAH Y LEZAMA

Sigues el surco, bajo los rayos del sol,
cargando a tu cría en la espalda,
caminar que mece, entre la milpa la niña dormida,
viento de la tarde deslizándose…tú en un crisol.

Caricia de hojas tu rostro recorriendo,
roces imperceptibles apareciendo,
milpa meciéndose con en el aire cantando.

Ayate que cansa,
mazorca que pesa,
rostro enrojecido,
cuerpo acalorado,
sudor recorriendo tus pechos,
gotas cosquilleando tu piel,
sonrisa dibujada en tus labios partidos,
manos rajadas de mujer, callos que duelen…por el ayer.

Atrás, otro muchito jalonea tu babero,
carita llena de tierra, mocos secos, salados,
saboreados por la punta de su lengua,
moscas aleteando en su rostro,
manitas apretando su carrito viejo,
destartalado, ya sin llantas,
regalo de su apá, aquel que ya no verá.

De vez en vez, pregunta,
¡Má, quiero ver a mi apá!,
silencio, tristeza que engaña,
si mi’jito un día de estos el vendrá.

Memo se fue… “al otro lado”… dejó pasar el tiempo,
no cartas, no llamadas, no supiste  más de él,
alguien de su familia te llego con la nueva, ¡el cuento!
¡Se matrimonio ya…se hará Americano!
¡Casi un gringo!… él ya  no vendrá.

Ahora eres comidilla de la gente,
hombres que te hablan, cosas del amor,
que contigo quieren estar,
creen que te pueden conquistar,
porque te quedaste sola,
sin saber que tu dignidad de madre
y de mujer puede más.

¡Pos si tengo mis manos, mis pies  y puedo trabajar!,
y aunque probe, soy decente,
¡trabajo no me ha de ha de faltar!,
respondes con orgullo, levantando tu cabeza con dignidad,
de mí no van a hablar, tengo dos chiquitos en ellos debo  pensar,
y si alguien a mi corazón llega,
pido a dios que me ame a mí y a mis hijos por igual,
que nos de confianza y respeto, que sea un padre de verdad.
Los pensamientos oyes en tu cabeza,
pero los piecitos descalzos que te siguen,
se oyen más…gritando ¡Taco Má, taco!,
¡Quiero taco de pollo, Má!.

Lágrimas aparecen en tus ojos,
punta del rebozo que aprietas,
las enjugas, aclaras la voz,
sonriendo, respondes-¡si mijito!,
deja nomas término este surco,
y ahorita nos sentamos a comer,
que es la hora de merecer.

Tas llorando mamita, te dice la vocecita,
¡No, chiquito! solo es una basurita que a mi ojo entró,
te soplo má, te soplo, pa que se salga,
ta güeno, sóplame pues.

Mi’jito hice unos tacos ricos de huevo con frijoles,
agua de tamarindo y traje platanitos dominicos,
que te gustan tanto, ¡Adelántate mi’jito!,
baja el morralito del árbol, que en un ratito voy pa’lla.

El chiquito corre riendo, el perro atrás corriendo,
Sus piecitos volando van y tú sonriendo estas,
El sol y sus rayos acarician tu piel murmurando,
mujer de campo, la tierra cosecha te dará,
lluvia, agua entre los surcos la siembra crecerá,
y yo que te amo con calor por siempre te seré fiel,
mariposas volando a tu alrededor,
pájaros cantando entre las hojas,
chapulín por tu brazo cosquilleando.

¡Tierra!,   ¡Me estás hablando!,
mis manos harán caer semillas,
tú las haces crecer, me alimentas,
en mi jacal habrá para comer.

Soy mujer de campo,
mi piel morena habla de mi raza,
mi vestido de mis costumbres
mis manos hablan de cuidarte tierra,
Por los que partieron,
Por los que están aquí,
Por los que algún día vendrán,
Mi voz habla de mis abuelos,
de lo que llevo en el alma.


Mis raíces me arraigan en lo profundo de la tierra,
el sol me abraza y yo sigo entre los surcos con mi ayate para cosechar,
el viento me besa y yo sigo entre los surcos con mi chiquihuite para sembrar,
la semilla en mis manos diminuta al suelo se aferra,
verdolagas, cebollas, jitomates, tomates, calabazas, cultivo yo,
¡Soy mujer de campo y camino para sembrar!


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